«Señor, recuérdame lo breve que será mi tiempo sobre la tierra.
Recuérdame que mis días están contados,
¡y cuán fugaz es mi vida!
5 La vida que me has dado no es más larga que el ancho de mi mano.
Toda mi vida es apenas un instante para ti;
cuando mucho, cada uno de nosotros es apenas un suspiro» (Salmos 39:4-5)
Generalmente estamos envueltos en lo cotidiano de la vida con todo y sus preocupaciones, ¿pero te haz puesto a pensar en la brevedad de tu vida? ¿Y que solo estamos de paso por este mundo?
La brevedad de la vida me hace pensar en nuestro final, y también en la rapidez con la que pasan los días. Sin embargo este mundo no es nuestro hogar, aqui somos extranjeros y peregrinos.
Atravesamos este mundo con un PADRE AMOROSO que nos acompaña y nos guía permanentemente, aquí en la tierra somos extranjeros y advenedizos, nunca estamos solos en el recorrido tenemos a nuestro Señor JESUCRISTO que nos afirma " Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin de los tiempos "
Mientras recorres el cansado camino de la vida, deja que Jesús levante tu pesada carga.
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