viernes, 23 de octubre de 2015

NUNCA ME OLVIDARÉ DE TI



14 Sin embargo, Jerusalén dice: «El Señor me ha abandonado;
    el Señor me ha olvidado».
15 «¡Jamás! ¿Puede una madre olvidar a su niño de pecho?
    ¿Puede no sentir amor por el niño al que dio a luz?
Pero aun si eso fuera posible,
    yo no los olvidaría a ustedes. (Isaias 49:14-15)NTV



El día de ayer me encontraba sumamente triste y sentía una frustración muy profunda, a causa de una injusticia que se había cometido conmigo.  Le preguntaba una y otra vez al Señor, que quería enseñarme con eso, y derramaba mi corazón ante El con lágrimas buscando su ayuda y su consuelo.

Dios me mostró que no había sido la única que ha pasado momentos difíciles e injustos, que la biblia también hablá sobre algunos personajes que pasaron por lo mismo. Como fue el caso de José el gobernador de Egipto, que soportó muchas injusticias y tuvo un buen final, y que el mismo SEÑOR JESUCRISTO sufrió y padeció injustamente por nosotros,  pero que al final fue exaltado.


Finalmente Dios me mostró la siguiente escritura:

 13 Ahora bien, ¿quién querrá hacerles daño si ustedes están deseosos de hacer el bien? 
14 Pero, aun si sufren por hacer lo correcto, Dios va a recompensarlos. Así que no se preocupen ni tengan miedo a las amenazas.  
15 En cambio, adoren a Cristo como el Señor de su vida.
17 Recuerden que es mejor sufrir por hacer el bien —si eso es lo que Dios quiere— ¡que sufrir por hacer el mal! (1a. de Pedro 3:13-15,17)NTV



jueves, 22 de octubre de 2015

SI DIOS TE DIJERA QUE QUIERES QUE HAGA POR TI

 


SI DIOS TE DIJERA EN ESTOS MOMENTOS:


¿QUE QUIERES QUE HAGA POR TI?    ¿ QUE LE DIRIAS?


AHORA TU LE DIRIAS A DIOS   


¡¡¡  SEÑOR QUE QUIERES QUE HAGA POR TI !!!

lunes, 19 de octubre de 2015

SIGUE ORANDO





9 El Señor es un refugio para los oprimidos,
    un lugar seguro en tiempos difíciles.
10
Los que conocen tu nombre confían en ti,
    porque tú, oh Señor, no abandonas a los que te buscan.
(salmos 9:9-10)NTV

Cuando nuestra hija tenía quince años, se fugó de casa. Fueron las tres semanas más largas de nuestra vida. La buscamos por todos lados y pedimos ayuda a nuestros amigos y a las fuerzas de seguridad. Durante esos días desesperantes, mi esposa y yo aprendimos cuán importante es esperar en Dios en oración. Habíamos llegado al límite de nuestras fuerzas y recursos. Teníamos que depender de Él.

Justo la encontramos cuando se celebraba el Día del padre. Estábamos en el estacionamiento de un restaurante, cuando sonó el teléfono. Una camarera de otro restaurante la había visto. Nuestra hija estaba a solo tres cuadras. De inmediato, la llevamos a casa, sana y salva.

Debemos descansar en Dios cuando oramos. Tal vez no sepamos cómo ni cuándo contestará Él, pero podemos derramarle permanentemente nuestro corazón. A veces, las respuestas no llegan cuando lo esperamos. Incluso, es probable que las cosas vayan de mal en peor. Pero debemos perseverar, y seguir creyendo y pidiendo.

Nunca es fácil esperar, pero, cualquiera que sea el resultado, valdrá la pena. David lo expresó así: «En ti confiarán los que conocen tu nombre, por cuanto tú, oh Señor, no desamparaste a los que te buscaron» (Salmo 9:10).

Sigue buscando; sigue confiando; sigue pidiendo; sigue orando.

¿Qué pesa hoy en tu corazón? Ora al Señor.

Fuente:nuestropandiario.com