domingo, 15 de noviembre de 2015

MOSTREMOS LA BONDAD DE DIOS





Pero ustedes no son así porque son un pueblo elegido. Son sacerdotes del Rey, una nación santa, posesión exclusiva de Dios. Por eso pueden mostrar a otros la bondad de Dios, pues él los ha llamado a salir de la oscuridad y entrar en su luz maravillosa.
(1a. de Pedro .2:9)

En su autobiografía, Corrie ten Boom describió el horror que ella y su hermana Betsie atravesaron en un campo de concentración nazi a principios de la década de 1940. Una vez, las obligaron a quitarse la ropa durante una inspección. Corrie se sentía ultrajada y abandonada. De pronto, recordó que Jesús fue colgado desnudo en la cruz. Con asombro y reverencia, le susurró a su hermana: «Betsie, a Jesús también le quitaron la ropa». Betsie, sacudida ante esa verdad, exclamó: «Ay, Corrie… y yo nunca se lo agradecí».

Es fácil vivir sin ser agradecidos en un mundo repleto de problemas, luchas y aflicciones, y podemos encontrar muchas razones para quejarnos todos los días. Sin embargo, el Salmo 100 exhorta al pueblo de Dios a estar feliz, gozoso y agradecido porque «Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; pueblo suyo somos, y ovejas de su prado» (v. 3). Al considerar quiénes somos, debemos responder con gratitud, ya que, aun en el peor de los momentos, podemos recordar el amor de Cristo y su sacrificio por nosotros.

Que la brutalidad de este mundo no te robe la gratitud del corazón. Recuerda que eres hijo de Dios, y que Él te ha mostrado su bondad y misericordia a través de la obra de Cristo en la cruz.

Señor, gracias por tu sacrificio en la cruz por mí.

Fuente:nuestropandiario.com

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