CON DIOS VAMOS EN CAMINO A LA SALVACIÓN.
¡El
mensaje de la cruz es una ridiculez para los que van rumbo a la
destrucción! Pero nosotros, que vamos en camino a la salvación, sabemos
que es el poder mismo de Dios.
19 Como dicen las Escrituras:
«Destruiré la sabiduría de los sabios
y desecharé la inteligencia de los inteligentes».
20 Así
que, ¿dónde deja eso a los filósofos, a los estudiosos y a los
especialistas en debates de este mundo? Dios ha hecho que la sabiduría
de este mundo parezca una ridiculez. 21 Ya
que Dios, en su sabiduría, se aseguró de que el mundo nunca lo
conociera por medio de la sabiduría humana, usó nuestra predicación
«ridícula» para salvar a los que creen.
22 Es ridícula para los judíos, que piden señales del cielo. Y es ridícula para los griegos, que buscan la sabiduría humana. 23 Entonces cuando predicamos que Cristo fue crucificado, los judíos se ofenden y los gentiles dicen que son puras tonterías.
24 Sin embargo, para los que Dios llamó a la salvación, tanto judíos como gentiles, Cristo es el poder de Dios y la sabiduría de Dios. 25 Ese
plan «ridículo» de Dios es más sabio que el más sabio de los planes
humanos, y la debilidad de Dios es más fuerte que la mayor fuerza
humana.
26 Recuerden, amados hermanos, que pocos de ustedes eran sabios a los ojos del mundo o poderosos o ricos cuando Dios los llamó. 27 En
cambio, Dios eligió lo que el mundo considera ridículo para avergonzar a
los que se creen sabios. Y escogió cosas que no tienen poder para
avergonzar a los poderosos.
28 Dios escogió lo despreciado por el mundo —lo que se considera como nada— y lo usó para convertir en nada lo que el mundo considera importante. 29 Como resultado, nadie puede jamás jactarse en presencia de Dios.
30 Dios
los ha unido a ustedes con Cristo Jesús. Dios hizo que él fuera la
sabiduría misma para nuestro beneficio. Cristo nos hizo justos ante
Dios; nos hizo puros y santos y nos liberó del pecado. 31 Por lo tanto, como dicen las Escrituras: «Si alguien quiere jactarse, que se jacte solamente del Señor (1a. de corintios 18-31) (BNTV)