19 Entonces David le preguntó al Señor:
—¿Debo salir a pelear contra los filisteos? ¿Los entregarás en mis manos?
El Señor le contestó a David:
—Sí, adelante. Te aseguro que te los entregaré.(2a. de Samuel 5:19)
En la biblia hay algunos ejemplos de personajes que consultaban a Dios antes de realizar una acción, uno de ellos fue el Rey David, que consultaba continuamente a Dios antes de ejecutar algún plan.
Cuando aparecen los problemas podemos desesperarnos y entrar en pánico, o seguir el ejemplo de rey David que oraba y consultaba a Dios para que lo guiara a hacer lo correcto, tal como lo muestra el siguiente pasaje:
David conquista a los filisteos
17 Cuando
los filisteos se enteraron de que David había sido ungido rey de
Israel, movilizaron todas sus fuerzas para capturarlo; pero le avisaron a
David que venían, así que entró en la fortaleza. 18 Los filisteos llegaron y se desplegaron por todo el valle de Refaim.
19 Entonces David le preguntó al Señor:
—¿Debo salir a pelear contra los filisteos? ¿Los entregarás en mis manos?
El Señor le contestó a David:
—Sí, adelante. Te aseguro que te los entregaré.
20 Entonces David fue a Baal-perazim y allí derrotó a los filisteos. «¡El Señor
lo hizo! —exclamó David—. ¡Él irrumpió en medio de mis enemigos como
una violenta inundación!». Así que llamó a ese lugar Baal-perazim (que
significa «el Señor que irrumpe»). 21 Los filisteos abandonaron allí sus ídolos, y David y sus hombres los confiscaron.
22 Pero poco tiempo después, los filisteos volvieron y de nuevo se desplegaron en el valle de Refaim. 23 De nuevo David le preguntó al Señor qué debía hacer. «No los ataques de frente —le contestó el Señor—. En cambio, rodéalos y, cerca de los álamos, atácalos por la retaguardia. 24 Cuando oigas un sonido como de pies que marchan en las copas de los álamos, ¡mantente alerta! Esa será la señal de que el Señor va delante de ti para herir de muerte al ejército filisteo».
25 Entonces David hizo lo que el Señor le ordenó e hirió de muerte a los filisteos desde Gabaón hasta Gezer.
Todos los días enfrentamos desafíos y problemas, es por eso que nuestra primera acción al levantarnos es doblar nuestras rodillas, agradecer a Dios por un día mas, entregarle nuestra vida y pedir a Dios su guía.
A medida que Dios nos vaya guiando, podemos confiar que El nos dará la victoria, ya sea por una intervención milagrosa o dándonos un plan de acción.
Nunca olvides que en cada victoria que Dios te dé, la gloria y la honra es solo para El.