11No que hable porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación. 12Sé vivir en pobreza, y sé vivir en prosperidad; en todo y por todo he aprendido el secreto tanto de estar saciado como de tener hambre, de tener abundancia como de sufrir necesidad.(Filipenses 4:11-12)
La mayoría de las personas está buscando constantmente que la felicidad llegue a su vida, algunos dicen cuando me case seré felíz, otros dicen cuando termine mi carrera y trabaje seré felíz, y algunos otros dicen cuando tenga mi propia empresa seré felíz, algunas parejas han mencionado cuando tengamos a nuestros hijos la felicidad estará completa.
Pero que pasa cuando logramos o alcanzamos aquello que pensamos que nos haría felíz, y después de lograrlo sentímos un vacío en nuestra vida.
El
contentamiento no consiste en conseguir lo que uno quiere, sino en sentirse
satisfecho con lo que ya tiene. Con él llega la felicidad, aunque uno esté
enfermo, sea pobre o viva en cualquier otro tipo de situación desagradable. Sé
que podemos estar atravesando un tiempo muy difícil aquí, pero creo
de todo corazón en la posibilidad de que, al mismo tiempo, se puedan sentir
satisfechos y felices.
El apóstol Pablo escribió más libros del Nuevo Testamento bíblico que
ningún otro. Tuvo que padecer muchos sufrimientos estando al servicio del
Señor. De hecho, estaba en la cárcel cuando escribió estas palabras acerca del
contentamiento:
11
No que hable porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme cualquiera
que sea mi situación. 12 Sé vivir en pobreza, y sé vivir en prosperidad; en
todo y por todo he aprendido el secreto tanto de estar saciado como de tener
hambre, de tener abundancia como de sufrir necesidad. 13 Todo lo puedo en
Cristo que me fortalece (Fil. 4:11-13).
Es decir el contentamiento no depende de las circunstancias, porque todos nos enfrentamos dificultades a lo largo de nuestra vida.
La vida consta
de situciones altas y bajas, a veces las bajas nos parecen que duran un largo tiempo y es fácil desalentarse. Pero también necesitamos contentamiento durante las
altas. La salud y la prosperidad son otra gran prueba espiritual, porque nos
tientan para que vivamos sin Dios, y esto sería un desastre.
El secreto para ser feliz es tener contentamiento a pesar de las circunstancias externas, y eso solo podemos lograrlo por medio de CRISTO JESUS que nos fortalece.
.Necesitamos gracia espiritual de parte del Señor Jesucristo. Esto viene de
saber que Él es el único Señor y Salvador de todos nuestros pecados y no solo
del descontento, de confiar en Él para perdonar nuestras transgresiones,
renovar nuestro corazón y sostenernos en nuestra fe cristiana. Sin Cristo, la
persona está condenada a permanecer durante toda la vida en su condición de
culpable, infeliz y moralmente incapacitada. Solo el verdadero cristiano puede
experimentar el contentamiento genuino del que Pablo escribió aquí, porque solo
el cristiano verdadero tiene a Cristo viviendo en su interior.
Y el
Cristo vivo es el Único que puede introducirnos en mayor profundidad en esa
bendita experiencia del contentamiento, independientemente de que seamos ricos
o pobres, que tengamos buena salud o estemos enfermos, que seamos jóvenes o viejos.
Amigos y hermanos aprendamos como el Apostol Pablo a vivir en contentamiento, aferrándonos a nuestra mejor Ancla que es JESUCRISTO y confíando que EL estará con nosotros todos los días de nuestra vida.
Inspirado en siguemeportalcristiano
No hay comentarios:
Publicar un comentario