“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las
cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17)
La experiencia personal que tiene el
cristiano con Cristo Jesús, lo limpia completamente del pasado, de la vieja
criatura. El que ha tenido un encuentro real y verdadero con Jesús debe
reflejar a Cristo en todas las áreas de su vida. Cuando tienes una experiencia
genuina con Jesús, no vuelves a ser el mismo.
Qué es estar en Cristo? Estar en Cristo
en vivir como él, imitarlo en todas las áreas. Es pensar como él, es hacer lo
que él hacía. El que está en Cristo no teme al maligno ni teme al problema. El
que está en Cristo soporta la prueba, vence la tentación y la rechaza. El que
está en Cristo no da lugar al enemigo en su vida; no deja puertas abiertas.
La experiencia con Jesús nos transforma
por completo. Hay hombres en la Biblia que fueron transformados al tener un
encuentro con Jesús. Vemos por ejemplo, a Pedro, que luego de su conversión aún
su sombra sanaba a los enfermos. Juan, se convirtió en el apóstol del amor. La
mujer samaritana, se convirtió en testigo de la verdad luego del encuentro con
Jesús en el pozo. Saulo, el cruel perseguidor de los cristianos, se convirtió
en Pablo, uno de los misioneros que más aportó a la difusión del Evangelio de
Jesucristo. Estos y otros más, no volvieron a ser los mismos luego de su
encuentro con Jesús.
El que ha aceptado a Jesús como
Salvador, ha comenzado una nueva vida. Dios nos hace hombres y mujeres nuevos.
Dios le habló a su pueblo diciéndole: "Y les daré un corazón, y un
espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y quitaré el corazón de piedra de en medio
de su carne, y le daré un corazón de carne..." (Ezequiel 11:19).
Muchas personas están recordando las
cosas pasadas que ya Cristo borró en ellos. Y algunos otros, les dá con pensar que Cristo
ya se olvidó de ellos. ¿Por qué traer a la memoria lo que Cristo ya limpió,
borró y sacó de nosotros? Si recordamos lo pasado, que sea para glorificar a
Dios por habernos rescatado, por habernos transformado; no, para volver atrás.
Tenemos que buscar ser renovados por el Espíritu Santo. Servir
a Cristo conlleva mucho sacrificio. Los problemas nos agobian, las pruebas que
llegan nos detienen en el camino y a veces el enemigo nos recuerda el pasado
para que volvamos atrás. Pero Cristo Jesús nos limpió de todo pecado, nos dio
nueva vida y ahora somos nueva criatura.
Recordemos, "Si alguno está en
Cristo, nueva criatura es”
Fuente:centraldesermones.com
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