sábado, 26 de septiembre de 2015

NADIE ESTÁ FUERA DEL ALCANCE DE DIOS




13 —¡Pero Señor! —exclamó Ananías—. ¡He oído a mucha gente hablar de las cosas terribles que ese hombre les ha hecho a los creyentes de Jerusalén!  
14 Además, tiene la autorización de los sacerdotes principales para arrestar a todos los que invocan tu nombre.
15 El Señor le dijo:
—Ve, porque él es mi instrumento elegido para llevar mi mensaje a los gentiles y a reyes, como también al pueblo de Israel;  
16 y le voy a mostrar cuánto debe sufrir por mi nombre.(Hechos 9:13-16)

Tengo un amigo no creyente por el cual he orado por mas de 4 años para que Dios lo alcance y acepte a JESÚS COMO SU SEÑOR Y SALVADOR, y haciendo mi oración esta mañana le pedí a Dios que me revelara de forma clara que pasaría con mi amigo porque parece que no avazaba en nada con el.

Y al leer mi devocional  el Señor me respondio de esta manera:
  

Al principio de mi vida laboral, tuve un compañero al que parecía encantarle usar el nombre de Dios cuando insultaba. Se burlaba descaradamente de los creyentes que eran nuevos en su fe o que trataban de hablarle de Jesús. El día que me mudé para trabajar en otra ciudad, recuerdo que pensé que ese hombre nunca aceptaría a Cristo como Salvador.

Dos años después, visité mi antiguo lugar de trabajo, y él seguía allí. ¡Nunca vi un cambio tan impresionante! Aquel agnóstico se había convertido en un ejemplo andante y hablante de lo que significa ser una «nueva criatura» en Cristo (2 Corintios 5:17). Hoy, más de 30 años después, sigue contándoles a otros que Jesús «lo encontró donde él estaba; con pecado y todo».

Se me ocurre que los primeros cristianos vieron algo similar en Pablo, su feroz perseguidor; un fascinante ejemplo de lo que significa convertirse en una nueva criatura (Hechos 9:1-22). ¡Qué gran esperanza brindan estas dos vidas a quienes piensan que la salvación no puede alcanzarlos!

Jesús buscó a Pablo, a mi compañero de trabajo… y a mí. Y hoy sigue alcanzando a los «inalcanzables» y mostrándonos que nosotros también podemos llegar a ellos.

Señor, quiero aprender a alcanzar a otros con tu amor y perdón. Enséñame y ayúdame a salir con fe y confianza.

Nadie está fuera del alcance de Dios.

Fuente:nuestropandiario.com

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