sábado, 18 de julio de 2015

HAGO LAS COSAS A MI MANERA O A LA MANERA DE DIOS


EL AFÁN DE TENER EL CONTROL

El Señor dirige los pasos de los justos;
    se deleita en cada detalle de su vida.
24 Aunque tropiecen, nunca caerán,
    porque el Señor los sostiene de la mano. (Salmos 37:23-24) NTV


Leyendo la historia de Abraham Dios le da la promesa de que tendrá un hijo en su vejez, Sara  se afana y hace las cosas a su manera, ofreciéndole  a su esposo a Agar su esclava egipcia para que  ésta le de un hijo, pero al paso del tiempo,  Sara sufre las consecuencias de sus actos, ya que Agar la mira con desprecio al quedar embarazada.

Ahora bien, Sarai, la esposa de Abram, no había podido darle hijos; pero tenía una sierva egipcia llamada Agar. Entonces Sarai le dijo a Abram: «El Señor no me ha permitido tener hijos. Ve y acuéstate con mi sierva; quizá yo pueda tener hijos por medio de ella». Y Abram aceptó la propuesta de Sarai. Entonces Sarai, la esposa de Abram, tomó a Agar, la sierva egipcia, y la entregó a Abram como mujer. (Esto ocurrió diez años después de que Abram se estableció en la tierra de Canaán).
Así que Abram tuvo relaciones sexuales con Agar, y ella quedó embarazada; pero cuando Agar supo que estaba embarazada, comenzó a tratar con desprecio a su señora, Sarai.Entonces Sarai le dijo a Abram:

—¡Todo esto es culpa tuya! Puse a mi sierva en tus brazos pero, ahora que está embarazada, me trata con desprecio. El Señor mostrará quién está equivocado, ¡tú o yo!  (Génesis 16:1-5) NTV

Cuantas veces nos frustramos porque  las cosas  no salen como queríamos y eso nos lleva al afán de querer hacer las cosas a nuestra manera. Y aún mas nos enojamos  en lugar de asumir la responsabilidad de nuestros actos,  y comenzamos a buscar excusas, o tendemos a culpar a otros por lo que hicimos de forma equivocada.

Muchas veces nosotros mismos estorbamos o retrasamos los planes de Dios para nuestra vida, solo por querer hacer las cosas a nuestra manera, en lugar de  permitir que Dios lo haga a su manera.

Dios nos muestra que sus planes y sus pensamientos son mejores que los nuestros.

«Mis pensamientos no se parecen en nada a sus pensamientos —dice el Señor—.
    Y mis caminos están muy por encima de lo que pudieran imaginarse.
Pues así como los cielos están más altos que la tierra,
    así mis caminos están más altos que sus caminos
    y mis pensamientos, más altos que sus pensamientos. (Isaias 55:8-9)



Hoy los invito a que dejemos el afán de querer hacer las cosas a nuestra manera, y permitamos que Dios nos guíe y haga las cosas a su manera, estoy segura de que lo que Dios hará será muchísimo mejor, de lo que nosotros anhelamos y podamos imaginar. 

Recuerden JESÚS es el capitán de nuestro barco y la guía para nuestra vida





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