Muchas a veces hablamos de nuestra familia, pero realmente cuantos valoramos tenerla.
Para mi ha sido un sueño tener a mi familia completa, porque mi padre nos abandonó cuando mis hermanos y yo eramos muy pequeños y mi madre tenía que trabajar todo el día, por lo cual mi hermana menor y yo pasábamos la mayor parte del tiempo solas en casa.
Cuando me casé tenía la ilusión de formar mi propia familia, y cuando nació mi hija, me encontraba muy feliz e imaginaba el momento de estar a la mesa juntos y disfrutar de una comida familiar..
Pero mi ilusión se desvaneció cuando mi esposo nos abandonó al cumplir mi nena su primer año.
Pero mi mayor consuelo es que Dios nos ha creado para ser parte de su familia, ya que su hijo JESUS vino al mundo para reconciliarnos con el padre y restaurarnos como sus hijos, y como hijos también coherederos con Cristo.
Jesús preguntó: «¿Quién es mi madre? ¿Quiénes son mis hermanos?». 49 Luego señaló a sus discípulos y dijo: «Miren, estos son mi madre y mis hermanos. 50 Pues todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo es mi hermano y mi hermana y mi madre».(Mateo 12:48-49) NTV
15 Y ustedes no han recibido un espíritu que los esclavice al miedo. En cambio, recibieron el Espíritu de Dios cuando él los adoptó como sus propios hijos.[f] Ahora lo llamamos «Abba, Padre»[g]. 16 Pues su Espíritu se une a nuestro espíritu para confirmar que somos hijos de Dios. 17 Así que como somos sus hijos, también somos sus herederos. De hecho, somos herederos junto con Cristo de la gloria de Dios; pero si vamos a participar de su gloria, también debemos participar de su sufrimiento. (Romanos 8:15-17) NTV
Si tu familia está completa y pueden reunirse a la mesa juntos, y disfrutar de una comida familiar, valora esa bendición que Dios te ha dado y se agradecido.
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