DIOS LEVANTA AL CAIDO.
6 »Sin embargo, llegará el día en que sanaré las heridas de Jerusalén y le daré prosperidad y verdadera paz. 7 Restableceré el bienestar de Judá e Israel y reconstruiré sus ciudades. 8 Los limpiaré de sus pecados contra mí y perdonaré todos sus pecados de rebelión. 9 ¡Entonces esta ciudad me traerá gozo, gloria y honra ante todas las naciones de la tierra! ¡Ellas verán todo el bien que hago a mi pueblo y temblarán de asombro al ver la paz y prosperidad que le doy!
(JEREMIAS 33:6-9) NTV
Cuando somos lastimados, porque nos traicionaron, nos defraudaron, nos humillaron o nos dijeron palabras hirientes, el dolor que sentimos es inmenso, sobre todo si provino de un ser querido o de la propia familia.
Por el contrario si nosotros fuimos los que cometimos el mal, algún daño o error, de igual manera nos sentimos mal, y echamos sobre nosotros culpa o condenación, y el enemigo nos hace pensar que Dios está enojado con nosotros y nos deja de amar y escuchar.
Si eres padre o madre y tu hijo comete una falta, ¿por eso lo dejarías de amar y proteger?
o si tu hijo sufrió algún daño ¿ tu no lo consolarías y le dirías que cuenta siempre con tu ayuda?
16 »Pues Dios amó tanto al mundo que dio[g] a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. 17 Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él.
(JUAN 3:16-17) NTV
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