jueves, 27 de agosto de 2015

LA COMPAÑÍA DEL ESPÍRITU SANTO







Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.
Romanos 8:14 | NVI 

 26"Pero el Consolador (Intercesor), el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en Mi nombre, El les enseñará todas las cosas, y les recordará todo lo que les he dicho.  (Juan 14:26) Biblia de las Américas.

Muchos niños tienen un osito de peluche u otro juguete que les gusta mantener cerca cuando sienten temor, o están enfermos o se sienten molestos. Algunas personas pueden tener una frazada favorita que consideran su frazada de seguridad con la que les gusta arroparse cuando necesitan sentir alguien que les consuele. 

¿Sabes que hay estudios que indican que más de la mitad de todos los niños tienen un osito, o una frazada o algún otro objeto que le ayude a sentirse mejor cuando están enfermos, con miedo o molestos? Aún estudios científicos han probado lo que los niños han sabido por mucho tiempo: una frazada de seguridad o un osito de peluche puede dar mucho consuelo, especialmente a la hora de dormir, cuando estás enfermo, o cuando estás separado de tus padres.

Jesús entendía que todos necesitamos ayuda en momentos difíciles. Cuando él estuvo en la tierra era la fuente de ayuda y de consuelo para sus discípulos. Cuando se estaba preparando para para regresar al cielo, sabía que habría momentos en los cuales sus discípulos iban a necesitar ayuda y consuelo y que él no estaría allí para dárselo. Le dijo a los discípulos que él pediría a su Padre que les enviara otro consolador que estuviese con ellos para siempre. Eso es exactamente lo que hizo. Le pidió al Padre, y él les envió al Espíritu Santo. El Espíritu Santo de Dios está con nosotros en momentos de necesidad. Él está para consolarnos y guiarnos.

No sé qué piensas tú, pero yo estoy muy feliz de que Jesús le pidiera a Dios que enviara a su Espíritu Santo para consolarme cuando siento miedo o estoy enferma. Jesús prometió que el Espíritu Santo estaría con nosotros siempre, y nunca dejaremos de necesitar el consuelo y la dirección del Espíritu Santo de Dios.

Querido Padre, te damos gracias por haber enviado al Espíritu Santo para ser nuestro consolador y nuestro guía. En el nombre de Jesús oramos, amén.

Fuente:Kid predicas

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