jueves, 26 de noviembre de 2015

DISFRUTAR DEL FRUTO DE TU TRABAJO ES UN REGALO DE DIOS





Estas últimas semanas han sido días muy pesados para mí, hubo cambios en el trabajo, he tenido capacitación y he llegado rendida a casa con el ánimo de querer descansar, pero encuentro a mi hija con sus tareas escolares y preparando sus exámenes de fin de curso, y entonces el descanso tiene que esperar.

Mi labor como trabajadora y madre soltera no es nada fácil, al tener que combinar mi responsabilidad en el trabajo y mi labor en casa. Y hoy al despertar de madrugada, intenté volver a dormir y al no conseguirlo me levante sumamente irritada y comencé a hablar con Dios, y al leer mi devocional el Señor me respondió:


12 La gente trabajadora siempre duerme bien, coma mucho o coma poco; pero los ricos rara vez tienen una buena noche de descanso.
13 He notado otro gran problema bajo el sol: acaparar riquezas perjudica al que ahorra. 14 Se invierte dinero en negocios arriesgados que fracasan, y entonces todo se pierde. A fin de cuentas, no queda nada para dejarles a los hijos. 15 Todos llegamos al final de nuestra vida tal como estábamos el día que nacimos: desnudos y con las manos vacías. No podemos llevarnos las riquezas al morir.
16 Esto es otro problema muy serio: las personas no se van de este mundo mejor de lo que llegaron. Todo su esfuerzo es en vano, como si trabajaran para el viento. 17 Viven toda su vida bajo una carga pesada: con enojo, frustración y desánimo.
18 Aun así, he notado al menos una cosa positiva. Es bueno que la gente coma, beba y disfrute del trabajo que hace bajo el sol durante el corto tiempo de vida que Dios le concedió, y que acepte su destino. 19 También es algo bueno recibir riquezas de parte de Dios y la buena salud para disfrutarlas. Disfrutar del trabajo y aceptar lo que depara la vida son verdaderos regalos de Dios. 20 A esas personas Dios las mantiene tan ocupadas en disfrutar de la vida que no pasan tiempo rumiando el pasado.(Eclesiastés 5:12-20)NTV

La mayor frustración del hombre es no saber disfrutar lo que tiene, por añorar  lo que no tiene,  eso nos lleva a ser personas de doble ánimo y sentimos que llevamos una caarga muy pesada en nuestra vida.

SEÑOR ENSEÑANOS A TENER UN CORAZÓN AGRADECIDO

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