domingo, 11 de octubre de 2015

NUEVA VIDA EN CRISTO




Ya que han sido resucitados a una vida nueva con Cristo, pongan la mira en las verdades del cielo, donde Cristo está sentado en el lugar de honor, a la derecha de Dios. 
Piensen en las cosas del cielo, no en las de la tierra.  
Pues ustedes han muerto a esta vida, y su verdadera vida está escondida con Cristo en Dios.
(Colosenses 3:1-3) NTV

 

Para detectar problemas de salud a tiempo, los médicos recomiendan hacer exámenes físicos de rutina. Lo mismo podemos hacer con la salud espiritual, preguntándonos algunas cosas relacionadas con el gran mandamiento (Marcos 12:30) del que habló Jesús:

¿Amo a Dios con todo mi corazón? ¿Qué es más fuerte: mi deseo de ganancias terrenales o el tesoro que poseo en Cristo? (Colosenses 3:1). El Señor desea que su paz reine en nuestro corazón.

¿Amo a Dios con toda mi alma? ¿Lo escucho decirme quién soy? ¿Me alejo de mis deseos egocéntricos 
(v. 5)? ¿Soy más compasivo, amable, humilde, bondadoso y paciente (v. 12)?

¿Amo a Dios con toda mi mente? ¿Me concentro en mi comunión con su Hijo o dejo que mi mente divague (v. 2)? ¿Mis pensamientos buscan problemas o soluciones; dividen o unen; perdonan o se vengan (v. 13)?

¿Amo a Dios con toda mi fuerza? ¿Estoy dispuesto a reconocer mi debilidad para que Dios pueda

manifestar su poder en mí (v. 17)? ¿Dependo de su gracia para ser fuerte en el Espíritu?

A medida que permitamos que «la palabra de Cristo more en abundancia en [nosotros], en toda sabiduría» (v. 16), Dios nos equipará para que nos edifiquemos unos a otros y seamos espiritualmente aptos y útiles para Él.

PADRE, NO QUIERO DEPENDER DE MI ESFUERZO PARA SERVIRTE, SINO FORTALECERME EN TI. 

fuente:nuestropandiario.com

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